miércoles, 14 de enero de 2009

SERORAS EN EUSKALHERRIA.-

La figura de la serora (l) fue importante dentro de la Iglesia hasta el siglo XVIII. Soltera, salvo raras excepciones; no inferior a cuarenta años y de conducta irreprochable, era como una monja solitaria, dedicada al culto. Vivía en un pequeño habitáculo, anejo a la iglesia o ermita.. Elegida por el alcalde, jurados y vecinos de la localidad , recibía de los patronos de la iglesia el nombramiento y título que como tal la acreditaban. Al ingresar debía de aportar una dote en metálico y ello le daba derecho a percibir una porción o participación en las ofrendas de los entierros, bautizos, matrimonios y otros ingresos, como los clérigos de los cabildos parroquiales.

Su labor consistía sobre todo en mantener perfectamente la Iglesia, su limpieza, cuidar la luminaria del Santísimo , los ornamentos sagrados, el ajuar litúrgico y las sepulturas del interior de la iglesia . También se ocupaba del toque de campanas; esta era una labor ardua, ya que su sistema era manual y los toque empezaban a las seis y media (maitines) a las doce (Angelus)al atardecer, segundo Angelus además de los toques de las festividades.

Su salario dependía de la importancia de la iglesia o población donde ejercía su oficio, , ya que las seroras de ermitas, o pequeñas poblaciones, vivían prácticamente de limosnas que les daban los feligreses, muchas veces en grano etc.

José María Jimeno Jurío, en “ Artajona. Monjas emparedadas (1.530-1.540)” nos dice que En nuestra Señora de Muskilda, de Ochagavía, los patronos del beaterio eran los alcaldes y regidores.A finales del siglo XVI vivió como serora en el santuario la noble Ana de Alzate y Urtubia.”

Pierre de Lhande escritor y sacerdote de Lapurdi destinado a Hondarribia en 1.911, escribió la novela “Mirentchu” cuyo personaje principal Miren vive en la Ermita de Nuestra Señora de Guadalupe con su madre que ejerce el oficio de serora o benita. En los pueblos de Iparralde se ven todavía casas denominadas Seroretxe y Serorene.

En los relatos vemos también que algunas fueron destituídas por conductas indebidas. En el archivo del Obispado de Pamplona, en el juicio celebrado contra D.Bartolomé de Yartua, presbítero y beneficiado de Rentería (leg.3237/18 ) , entre otras acusaciones de conjuros se dice que frecuentaba la ermita de San Salvador en Oiartzun , donde celebraba misa y habiendo en dicha ermita una serora vieja y otra moza, anda con ella en el monte , lo cual provoca gran escándalo” El 17 de Junio de 1634 el Tribunal falla “ amonestar y amonestamos, que no conjure más, ni vaya a la ermita y si tuviera hija alguna en su casa que la eche y procure enmendarse Y que puesto que lleva algunos meses en la cárcel esta pena sea suficiente y se le ponga en libertad , aunque se le obliga a pagar 4 ducados de costas”.( El Tribunal fue generoso con el sacerdote y despiadado con la “pecadora”).

Las seroras eran guardadoras de tradiciones de la iglesia y en muchas ocasiones, también eran sanadoras. Era costumbre de llevar a los niños recién nacidos que lloraban mucho, a la serora; lo tomaba rodeando con ellos el altar , mientras decía unos rezos; los padres en agradecimiento dejaban óleos para la iluminación. además de alguna limosna.

En la epidemia de cólera en 1.853 algunas ermitas se transformaron en lazaretos donde permanecían los enfermos hasta su fallecimiento; después la serora encalaba la habitación para evitar contagios.

En 1.654, Jurdana de Arpide serora de la parroquia de San Martin de Alkiza , mujer de carácter y de alguna manera revolucionaria, se enfrentó con valentía al pueblo, al no aceptar el privilegio de las viudas y casadas sobre las solteras al ocupar los asientos en la iglesia, asi como que el jurado y regidores fueran preferidos a los otros vecinos, en lo tocante a sus oficios y actos públicos. Ella se sentaba en el asiento que correspondía a la sepultura de su familia.

Fue denunciada a las autoridades eclesiásticas de Pamplona, por el párroco y por una familia de la localidad. Veamos lo que dijo la sentencia.

Año 1.655.Proceso contra Jurdana de Arpide.
Catálogo del Archivo Diocesano de Pamplona /nº 13/ Sección procesos. Siglo XVII :nº 467/ Alquiza 1655

Magdalena de Roteta y consortes, vecinos de Alquiza, contra Jurdana de Arpide, tercerona de la orden de S.Francisco, vecina de la misma tierra, la cual perturba a las demandantes en la posesión inmemorial de que en los asientos y actos parroquiales, las viudas prefieran a las casadas y estas a las solteras. Jurdana no se había casado jamás y quería preferir a las demandantes, armando alborotos en la iglesia a causa de ello. La sentencia declara que no está probada la precedencia de estados y ampara a Jurdana en la posesión de sentarse en la sepultura que poseía. Testigos (Secr.Ollo.C/808-133 fols.)


Josefa María Setién.


(1) Serora es palabra vasca. El diccionario de Múgica la traduce como sacristana, santera, beata o demandadera.

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