jueves, 5 de marzo de 2009

VICTORIANO JUARISTI SAGARZAZU.-

Por Josefa Maria Setién

Médico, escultor y escritor guipuzcoano. Nació en la parte vieja de Donostia. en 1.880 Hijo de un fontanero de Azkoitia (¿sería pariente de la dinastía Atano?) y de una hondarribiarra. Estudio Medicina en Valladolid, donde se licenció con Premio Extraordinario.Ejerció la medicina en Irún y Hondarribia, hasta 1.921, año en que se trasladó a Pamplona, donde fundó y dirigió la Clínica Operatoria San Miguel. Fue un prestigioso médico.

Aficionado a la escultura su obra más famosa fue el bajorrelieve monumento a la Canción de Rolando en Roncesvalles.

Como escritor además de sus trabajos profesionales en revistas médicas de prestigio, fue autor de obras de temas diversos además de novelas y numerosos artículos sobre arte e historia. Fue fundador del semanario independiente “El Bidasoa” En cada una de las poblaciones de Irún, Hondarribia y Pamplona, hay calles con su nombre. Falleció en Pamplona en 1.949.

A continuación publicamos el artículo titulado “La fiesta de “El Bidasoa”, de Juaristi que se publicó hace noventa años, concretamente el 2 de Setiembre de l.917 en el número 105 del semanario independiente “El Bidasoa.”.El lector se dará cuenta de la importancia que entonces tenía nuestra revista, que con motivo de su fiesta, podía convocar a los intelectuales que se citan y la “bonhomie” de la reunión.

¿Podrá algún día nuestra revista recuperar su anterior esplendor?


LA FIESTA DE “EL BIDASOA”

“ El primero en llegar, fue Pio Baroja. Entró canturreando con su voz submarina y explicó la ausencia de su hermano Ricardo que está ocupadísimo en hacer y deshacer bustos de Leguia.
Un dia, el aguerrido capitán era de arcilla, como Adán antes del soplo vital; luego, fue de blanca y frágil escayola como los santi, boniti, barati; después, de cera como un cirio pascual; otro día de bronce como los cañones y las campanas; y otra vez de arcilla, de yeso, de cera…..
Hablamos de la boina. Esta prenda –dice Pío- tiene que ser originaria de un lugar donde haya lana, donde no haya dinero, ni sol, ni frío intenso; estas circunstancias concurren (y mejor aún, concurrían) en el Pirineo, sobre todo en la otra vertiente. Recuerda que ha visto un retrato de Montaigne o de su padre, con boina.
Cree que también en parte el centro de Europa estaba en aquellas circunstancias; la boina y la casa tendrán el mismo origen, serán comunes a las regiones citadas. Boina, viene acaso de Bonete, o esta palabra de aquella (boinita).¿Que dice Larramendi?.No teníamos a mano el Larramendi. Viene el Doctor Bergareche: luego Figuerido, luego Joaquin y Serafín Alvarez Quintero, que advierten que una ligera indisposición del otro hermano nos privará de su compañía. Se habla del amigo Frankowski, el antropólogo polaco, que actualmente está en Arizcun, asesorado por Canalejo en sus investigaciones etnográficas, después de haber estado en Vera algunos días.
Se alaban la perseverancia y el método riguroso del cracoviano, que en algunas horas ha aprendido de nuestras costumbres más que nosotros en diez años. Hay- dice Baroja, que no se cansa de relatar cosas amenas, con gracia, ni nosotros de escucharle- una singular, poética costumbre en aquel pueblo; cuando muere una “echeko andría”, un servidor, con la comitiva, va a las colmenas, llama en ellas y recita unas palabras en las que notifica a las abejas el triste suceso, para que las obreritas fabriquen la cera funeraria. Cuando un nuevo amo substituye al fallecido se repite la ceremonia, para notificar a las abejitas que han de trabajar para nuevo señor o señora.
Entran en mi casa (que es tuya lector)Miguel Salvador, Stefaniai, Alberro (que ha olvidado su violin y sale por él) Joshe Mari Salaverria, Larumbe,Fagoaga…. La sala parece una colmena también, por el zumbar de la conversación, que se fracciona; en un corrito se oyen las voces lentas, dulzonas, de los comediógrafos, en otros, las extrañas concordancias del pianista húngaro, las ruidosas exclamaciones del paidópata.
Carredano anuncia que pone a nuestra disposición su piano; nosotros le brindamos un puesto en la mesa. El Doctor Sierra, decano de la facultad de Valladolid y antiguo maestro nuestro, de una generación anterior y seguramente de varias futura, es recibido cordialmente.
Gente de casa: Morales, Ricardo Rodríguez, Baraibar, Sagarzazu, Navarro….y Arenzana? Y Don Sincero? Y Diógenes? Nadie sabe de ellos; negocios, prescripción facultativa….Cashca churi prefiere el amor al bacalao; es la edad. Txori Txiki no puede venir, pero nos manda unos versos, que copiamos aparte. Pascual y Manolo Sainz de Vicuña, están en Cestona.
Nos sentamos a la mesa sin noticias de Azorin a quien todos queríamos ver allí. Al día siguiente nos escribió culpando a Corpus Barga de haber faltado a la cita en el lugar de donde ambos debieron venir.
Y sirvieron la sidra.Los escritores sevillanos inquirían los gustos y costumbres bidasotarras, contaban ingeniosamente las de su tierra; se discutió sobre la utilidad del esfuerzo de los vascófilos. ¿Haremos grandes funerales, al euskera, para guardarlo en un museo, como quiere Unamuno? ¿Lo estudiaremos y enriqueceremos para explicar en vascuence anatomía, geografía, matemática, filosofía, como quiere el padre Olabide? Se habla de cultura de los pueblos euskaros, del analfabetismo y sus causas; se citan estadísticas desconsoladoras……
La música constituye uno de los temas predilectos. Una banda de tamborileros ejecuta los más característicos aires de danzas. Larumbe critica el modernismo de los ejecutantes y, pito en mano, da una conferencia sobre la materia; luego refuerza la banda y con ella hace la vuelta de honor a la mesa, mientras los comensales alaban el “biscuit glacé” que nos ha hecho Paquito Elgorriaga.
Tras el café pasamos al Bellas Artes que galantemente nos abre sus puertas y donde Alberro y Stefaniai nos cautivan con su arte maravilloso. César se ha librado de su contribución musical, gracias a inaplazables quehaceres, pero los otros dos grandes músicos la pagan con esplendidez; en las penumbras del teatro se ven algunos grupos que han querido disfrutar de esta parte, la más espiritual de la fiesta, y que en toda ella hubieran sido recibidos con gusto. Las horas corren, la medianoche se acerca y aún estamos, los más, reunidos, hablando de lo humano y lo divino. Acompañamos a Miguel Salvador hasta Alai-choko, un coche se lleva a los hondarribitarras, y el Overland de Figueredo deja en Vera a Baroja y Von Borda.
Así fue y acabó nuestra fiesta; entre donaires se apuntaron bellas ideas, algunas de positiva importancia para la vida espiritual de la región, que repercute en la vida material. Si se repitieran estas ocasiones, si con frecuencia se reunieran en tan amigable comunión con los bidasotarras, los hombres de talento encariñados con estas riveras, aquellas ideas tomarían cuerpo y cauce y sería general provecho lo que solo ha sido particular agrado. No fue otro el propósito de los que hicimos EL BIDASOA; solo nos falta el talento que tienen nuestros convidados.
V.J.

Sagarduaren usayan
Bildurrik zaudetenian,
Irakurri nere esanak
ElBidasoa´ko lagunak:

Nere bendian daukat deitua
Edontzi bat sagardo eratera
Gaur atsaldeko bosterdietan
Juateko Juaristi Jaunaren echera
Baña nik ¡espartzin arranuak!
Eduki arren egarri aundiya,
Biardet egon nere kaiolan
Eznais-ba zubek bezela arraya.
Gañera liteke katuren bat
Zubekin batera or egotia,
Eta jakiña, ni ikustian
Naiko ninduke atzaparra botatzia

Eta orrengatik,
Barkatzeko eskaturik,
Gelditzenda kaiolan
Zuben laguna dan

Txori Txiki.

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